La única evidencia que se sabe con absoluta seguridad, al nacer, es que todos vamos a morir. Por ello, he investigado la información más importante de nuestras vidas.
La supervivencia de la conciencia tras la muerte física.
Estoy libre de prejuicios, religiones, dogmas, atrapamientos, costumbres e ideologías primitivas, y por supuesto, soy de mente abierta. Y tener una mente abierta es aceptar que el conocimiento avanza y evoluciona, y que ciertas ideas se vuelven obsoletas con el tiempo. También es asumir la duda de cualquier cosa, pero aceptando las evidencias, cuando estas se producen.
Nací con una mente investigadora y soy por naturaleza racional y escéptico para todo aquello que no me sea probado. Llevo muchos años investigando y experimentando los fenómenos que demuestran que la conciencia sobrevive a la muerte física.
Me metí de lleno en una investigación independiente, solicitando información y entendimiento a grandes investigadores, científicos y psíquicos expertos de todos los rincones del planeta.
Durante un largo tiempo dejé toda mi vida de lado para centrarme en lo que considero la información más importante de nuestras vidas, tratando de encontrar pruebas y respuestas convincentes.
Quería respuestas a todas mis dudas personales, que eran las preguntas que han preocupado a todo el mundo desde que el ser humano existe.
Soy licenciado en Metafísica por la University of Metaphysical Sciencies (California, EEUU) y máster en Metafísica sobre los Estados de Conciencia por la University of Sedona (Arizona, EEUU). Obtuve el grado de doctor en Ciencia Metafísica también por la University of Metaphysical Sciencies (California, EEUU).
Estudie metafísica para mi conocimiento y crecimiento personal y poder con ello entender los fenómenos que en este libro expongo e investigo.
Mi tesis doctoral se basó en mi investigación de más de 13 años sobre la supervivencia de la conciencia tras la muerte física. Doy gracias a la University of Metaphysical Sciences (UMS) por aceptarla, no solo por ser la primera Universidad y de más prestigio del mundo en ciencia metafísica, sino por el reconocimiento y respaldo hacia mi trabajo.
La UMS me ofreció la oportunidad de estudiar el campo de la conciencia de forma multidisciplinar, cosa que en mi país esto es imposible en la actualidad con la seriedad y amplitud de enfoque que obtuve durante mi formación.
Mi tesis doctoral en España, y muchos otros lugares de Europa, no hubiera sido aceptada por ninguna Universidad, ni tan siquiera considerada, en especial al tratarse de una investigación sobre la supervivencia de la conciencia tras la muerte física.
Cuando propuse mi investigación a la UMS, el comité de tesis realizó un largo estudio y valoración, hasta que finalmente la aceptaron. Fue impactante para mí, sintiendo una gran satisfacción e ilusión, y sobre todo un gran reconocimiento a todo mi trabajo.
La metafísica en Estados Unidos nada tiene que ver con el concepto que se tiene en España, y que mucha gente mística se atribuye. Tampoco se puede considerar exclusivamente como una rama de la filosofía. La metafísica es la única ciencia capaz de indagar mas allá de las ciencias físicas y humanas, te permite comprender y entender todo lo que la ciencia materialista no puede explicar. La metafísica es necesaria para entender el proceso evolutivo del ser humano. Y debería sin duda alguna estar presente en todas las escuelas del mundo.
En metafísica se tiene muy claro que los seres humanos somos energía y no exclusivamente materia. Con su estudio uno se hace consciente de que tras este mundo perceptible y visible existe un mundo invisible infinito, sutil, que es más real que la vida misma que todos conocemos.
Los estudios metafísicos se centran fundamentalmente en nuestra conciencia, donde entendí que tenemos una mente local conectada a nuestra conciencia superior, no local, una conciencia inmortal (alma), infinita e indestructible, y que esta en constante evolución, desde la cual creamos nuestra realidad y hasta podemos sanar cualquier problema físico.
El conocimiento de los diferentes estados de conciencia puede ser uno de los más importantes logros intelectuales de la historia de la humanidad, pese a ello las áreas profesionales y científicas aplicadas a la vida de las personas, tales como la Psicología, la Medicina, o la Educación no lo han incorporado en sus temas de investigación y formación, tanto en universidades como en colegios profesionales, lo que no deja de ser profundamente llamativo. Esta flagrante omisión repercute en la sociedad y las instituciones quienes consideran los temas relacionados con la expansión de la conciencia como pseudociencias.
Las ciencias materialistas solo ven y entienden lo que es visible o tangible, deduciendo que lo no visible, lo que no se puede medir y manejar con su método positivista no es real. Claramente, esto es un gran error, reflejando un reduccionismo de pensamiento y un grave totalitarismo cuando excluye una parte fundamental de la realidad humana.
Sin embargo, ha sido desde la ciencia que hemos podido avanzar en el conocimiento de nuestra verdadera existencia, más allá de lo físico. Las investigaciones de la Física Cuántica han supuesto uno de los mayores logros del intelecto humano y han arrojado luz a la comprensión de los fenómenos naturales, más allá de los planteamientos materialistas de la física clásica. La física cuántica explica el mundo subatómico con grandes implicaciones en los fenómenos macroscópicos y, naturalmente, en el ser humano como parte de la naturaleza, y compuesto en su base física de moléculas, átomos y demás elementos constitutivos de la materia.
Los avances de la física cuántica han permitido pasar del dominio de lo material a la consideración de que el fundamento de la vida es la ENERGIA. Todo lo que sucede en la vida es energía, y según se procese, así se manifiesta.
Una persona es una entidad viva multidimensional que se manifiesta a nivel físico, emocional, y a través de los pensamientos. Los pensamientos son una forma de energía y en la práctica constituyen la antesala de las acciones. Todo lo que se piensa puede convertirse en realidad. En definitiva, las acciones de las personas proyectan sus pensamientos, su energía.
Este enfoque nos deja claro que hay que gastar la energía en pensamientos positivos y controlar en lo posible los pensamientos negativos. Si utilizas los pensamientos en todo aquello que no quieres o que no deseas, justamente eso es lo que ocurrirá en tu vida. Si cambias la manera en que ves las cosas, las cosas que ves cambian.
Fijaros lo importante que seria que nuestros hijos pudieran aprender todo esto durante sus estudios, no solo que sus pensamientos crean su realidad, sino que la vida continua, no finaliza con el fin del cuerpo físico. Si esto pudiera ser posible, la vida sería muy distinta para todos.
La ignorancia es la madre de todos los errores que a diario el ser humano comete. Así que, mientras que algunas personas permanezcan sumergidas en la ignorancia, atraerán a su vida enfermedades físicas y psicológicas, problemas sociales, económicos y espirituales.
Para mi estudiar metafísica ha sido una gran lección de vida, y un gran descubrimiento de quienes somos. Y lo más importante, la metafísica al igual que los fenómenos que expongo en este libro me hicieron comprender y entender que donde vamos todos al morir no es ningún lugar, sino un ESTADO DE CONCIENCIA.
Las personas solemos preocuparnos y centrar toda nuestra vida por lo que nos sucederá en los próximos 20 o 30 años de vida presente. Sin embargo, la metafísica y todo lo investigado y aportado en este libro me hicieron ser consciente de la inmortalidad de la conciencia, con lo que pasé de preocuparme por mis próximos años de vida a prepararme y preocuparme para los próximos 20 o 30 mil años, por mi eternidad.
Espero y deseo que la lectura de este libro te aporte ideas para reflexionar y posiblemente cambiar tus pensamientos, al descubrir que somos mucho más que un cuerpo, que somos una conciencia inmortal en un constante proceso evolutivo.
En la actualidad soy profesor y director del Instituto Blasco para el Estudio y la Investigación de la Conciencia (España). He realizado varios másteres tanto en hipnosis clínica como en hipnosis Ericksoniana. Soy hipnólogo e hipnoterapeuta colegiado. Me he formado como terapeuta en regresión a vidas pasadas y en regresión al espacio entre vidas, todo ello con diferentes métodos y técnicas de diferentes expertos del mundo.
Soy fundador y presidente de la Sociedad Científica de Investigación Psíquica (SCIP), fundador de la Spanish Society for Psychic Research (SSPR), miembro de la Society for Physical Research (SPR), fundada en el año 1882 en Londres, y miembro de The Spiritual Science Research Foundation, fundada por uno de los investigadores y psíquicos más importante del mundo. Igualmente, autor del libro Morir para Sentirse Vivo, del cual me siento muy orgulloso, ya que tengo la constancia de que ha ayudado a diversas personas a paliar el sufrimiento desproporcionado, y a llevar con dignidad y esperanza la pérdida de un ser amado, mi único propósito, cuando escribí este libro, y La Prueba del Alma, la mayor recopilación de evidencias científicas sobre la supervivencia de la conciencia tras la muerte física.