SEÑALES Y COMUNICACIONES DESPUÉS DE LA MUERTE
Los numerosos testimonios e informaciones sobre estas señales y comunicaciones, han llevado a realizar investigaciones importantes al respecto, comprobando que las personas que tienen estas experiencias, son de características comunes y normales y sin ningún tipo de capacidad especial, estimando que, un tercio de la población mundial ha tenido una o más apariciones o comunicaciones con un ser fallecido, y la mayoría de ellas, ocurren al año siguiente del fallecimiento, pudiendo producirse de igual manera duran- te los años posteriores, aunque con una frecuencia decreciente, incluso hay testimonios de personas que siguen sintiendo la presencia de su ser querido a lo largo de su vida.
Las apariciones y comunicaciones después de la muerte, brindan importantes evidencias y corroboraciones objetivas de que la persona fallecida continúa existiendo después de la muerte física, algo que no puede atribuirse a la imaginación o la ilusión, y sí, a una evidencia sólida que indica no solo la supervivencia de la muerte del individuo, sino también, una persistencia de la personalidad, la memoria y las relaciones de esa persona con los que siguen en la vida física, y al igual que ocurre con las ECM, en las que puede haber un encuentro con sus seres queridos fallecidos, todas estas experiencias indican que, la conciencia, la personalidad y la identidad de la persona fallecida, continúan después de la muerte física.
Estas experiencias extraordinarias, no llegan a la esfera pública, porque se sitúan fuera de la ciencia actual, pero la realidad es que, estos fenómenos están muy presentes y es nuestra responsabilidad integrarlos en la vida cotidiana.
«Nacho Blasco»